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Un nuevo estudio indica que los contagiados que oficialmente están recuperados de la enfermedad no están sanos del todo, al contrario el virus pasa factura durante un buen tiempo.
Entre los malestares que puede seguir presentando los pacientes, se encuentra el dolor muscular, la fatiga y los trastornos mentales, como la ansiedad y la depresión, son las secuelas más comunes y a largo plazo después de una infección con SARS-CoV-2, dicen los investigadores de un estudio publicado en la revista especializada TheLancet.
«Nuestro análisis muestra que la mayoría de los pacientes sobreviven después del alta del hospital con al menos algunas de las secuelas del virus y subraya la necesidad del seguimiento (del paciente) después del alta, especialmente para aquellos con infecciones graves», dice Bin Cao, uno de los autores del estudio y subdirector del Centro Nacional de Investigación Clínica de Enfermedades Respiratorias (NCRCRD, por sus siglas en inglés).
Los científicos examinaron a 1.733 personas infectadas que fueron dadas de alta del Hospital Jin Yin-tan en la ciudad china de Wuhan entre el 7 de enero y el 29 de mayo de 2020. La edad promedio de los examinados fue de 57 años. El 52 por ciento fueron hombres y el 48 por ciento, mujeres. La mayoría de los enfermos (1.172 pacientes) dependían del suministro adicional de oxígeno.
Los pacientes fueron examinados de nuevo entre mediados de junio y principios de septiembre de 2020. Con la ayuda de cuestionarios, test de laboratorio y pruebas de resistencia, los científicos descubrieron que el 76 por ciento tenía al menos una secuela desde el principio de la enfermedad.
Muchos de los pacientes que reciben el alta del hospital, tienen que seguir con atención médica incluso meses después.
Aun con estos resultados los científicos plantean seguir estudiando mas a fondo los efectos que deja la enfermedad en las personas, aun después de pasar los síntomas agudos de la enfermedad.